
Metacorpus es una exposición digital de lxs estudiantes del Seminario de Arte Queer en Oriente y Latinoamérica de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado «La Esmeralda», que busca expandir el concepto de cyborg para visibilizar la hibridación y el rompimiento sobre los paradigmas del cuerpo. Metacorpus viene del prefijo griego Meta, que alude a la preposición griega y prefijo meta- (μετά-), que significa «más allá» y la palabra latina corpus que se traduce como cuerpo; así pues, el título de esta muestra es un juego de palabras que pretende expresar lo que existe más allá del cuerpo, de lo que está fuera de los límites de las corporalidades humanas.
La muestra retoma los conceptos de al cyborg (Donna Haraway) y posthumano (Rosi Braidotti), como construcciones simbólicas de un organismo híbrido entre la naturaleza y la tecnología que se combinan y extiende su apariencia a través de imaginarios visuales que redefinen cómo se experimenta nuestra relación con el mundo contemporáneo. Entendemos aquí al cuerpo como una herramienta de conocimiento y como parte de un sistema simbólico que se compone de referencias culturales y sociales. Las piezas que componen la exposición pretenden mostrar estas nuevas corporalidades y en esta muestra se definen como cyborg y posthumanas, remodeladas y concebidas a partir de la expansión del cuerpo por medio de la máquina, lo animal y lo intangible.
La exposición se compone de tres núcleos: «Humano-máquina», en donde la selección de obras expone la mezcla entre lo orgánico y lo inorgánico, las reconfiguraciones y extensiones del cuerpo humano a través de la tecnología; «Humano-animal», que incluye piezas que exploran la hibridación de lo orgánico con lo orgánico, la combinación entre organismos de distintas especies que amplían la construcción de corporalidades más allá de lo humano; y «Físico-no físico», donde se muestran una serie de obras que desarrollan la idea del cuerpo virtual como una corporalidad extendida e inmaterial. La curaduría de las trece piezas que componen la exposición se realizó a partir de un mapeo de artistas cuyas obras reflexionan en torno a la materialidad y la disolución de los límites del cuerpo.
Humano-máquina engloba una serie de conceptos que van desde todas aquellas extensiones que pueden adaptarse al cuerpo, así como las combinaciones que integran lo orgánico y lo inorgánico en un discurso de hibridación; en donde los organismos se complejizan y se transforman en sujetos que rompen con una concepción de lo humano únicamente orgánica. Este núcleo lo integran piezas como Prototipo corporal 2 de Chema Martínez y Calzón de Sofía Báez que van desde la construcción de prostéticos a otras formas de representar la reestructuración del cuerpo para así exponer la extensión de la corporalidad humana que compone al cuerpo cyborg que combina lo humano con la máquina.
Humano-animal desarrolla la composición de un organismo híbrido a través de la combinación entre lo humano y seres de diferentes especies; expandiendo el concepto de cyborg a una amalgama no sólo de lo orgánico con lo inorgánico, sino haciendo hincapié en el cuerpo humano como un ente fusionado con otro tipo de subjetividad y corporalidad ajena a sí mismo. Las obras de esta sección buscan representar estas nuevas corporalidades que se materializan por medio de individuos zoomorfos que se desligan del imaginario corporal humano, para dar paso a hibridaciones que van desde animaciones digitales a fotografías como Portadorx de partes de Santiago Cueto, que reconfiguran lo que comúnmente se entiende como humano.
Físico-no físico pretende plantear realidades alternativas a lo tangible, desarrolladas a través de la virtualidad que libera a los cuerpos de las limitaciones objetivas que se vuelven difusas en un entorno digital. Dentro de la virtualidad, los cuerpos adquieren cualidades que permiten desengancharse de lo real para dar paso a corporalidades extendidas y etéreas. En este núcleo se exhiben piezas como Delirio digital 001 de Rey Ángeles y Tráns*ito de La Sebas, éstas se construyen principalmente desde medios digitales y al mismo tiempo juegan con la materialidad del cuerpo. Se muestra la ruptura de los paradigmas de un cuerpo material por medio de un espacio virtual y la creación de un cuerpo híbrido, expandido entre lo físico y lo no físico.
La exposición, así como el metacorpus, se presenta como un organismo híbrido que se mezcla con la máquina, lo animal y lo virtual, un receptor de posibilidades que puede alojar la reestructuración del cuerpo humano y dar pie a problematizar la subjetividad humana. Con esto, el cuerpo ahora se deslinda de toda perspectiva normativa para finalmente transformarse en un metacuerpo.
Para visitar la exposición da click aquí.
CURADURÍA:
- Andrea García
- Báez Fernández
- Carmen Aranda
- Lilian Zárate
- Rey Ángeles
- Sandra Hernández
- Tania Vandovinos
- Ximena Ávila
ARTISTAS:
- Báez Fernández
- Carolina Ontiveros Macías
- Chema Martínez
- Diana Alhelí Ortega
- Eduardo Caballero
- Javier de la Barrera
- Pabachi
- Rey Ángeles
- Santiago Cueto Gonzalez
- Sebastián Guevara “La Sebas”
- Tania Valdovinos Posada
- Tizha Shi